Cuidado de la piel en invierno: Mantén tu piel en plena forma durante el frío y seco invierno

Cuidado de la piel en invierno: Mantén tu piel en plena forma durante el frío y seco invierno

El cuidado de la piel durante el invierno requiere un poco más de tiempo y esfuerzo porque las condiciones son bastante extremas para nuestra tierna barrera protectora. La piel está expuesta a los elementos: el aire frío que azota el viento y el sol que se refleja en la nieve. La baja humedad es habitual en los climas más fríos y roba la humedad de la piel cada segundo de cada día. Y en el interior está expuesta a un calor seco.

No es de extrañar que nuestra piel acabe a menudo seca, escamosa y con picores. Y una vez que comienza la sequedad, la piel puede agrietarse y sangrar más fácilmente.

Estos consejos te ayudarán a evitar ese incómodo resultado antiestético y a mantener tu piel sana y feliz durante los meses de invierno.

Mantén la humedad que tienes. Los aceites naturales que produce tu piel también ayudan a protegerla y mantenerla sana. Es buena idea evitar los baños y duchas largos y tampoco debes lavarte el cuerpo con demasiada frecuencia. Cuando lo hagas, utiliza agua tibia, no caliente. Después del baño o la ducha, sécate con palmaditas e hidrata la piel húmeda.

Añade humedad a tu casa. Para contrarrestar los efectos de sequedad del calor interior, la Clínica Mayo sugiere utilizar un humidificador. Puedes utilizar un modelo portátil o de sobremesa o uno que se integre en tu sistema de calefacción actual. La humedad del aire será absorbida por tu piel.

Hidratar desde dentro hacia fuera. Aumentar la ingesta de agua ayudará a hidratar la piel.

No olvides la protección solar. El hecho de que haga frío no significa que el sol no afecte a tu piel, según el Hospital Bingham Memorial. El sol que se refleja en la nieve significa que los rayos UV te dan desde otros ángulos.

Hidrata tu piel en profundidad. Cambie a una crema hidratante a base de aceite en invierno; su piel lo agradecerá. Considera la posibilidad de aplicar tratamientos de hidratación profunda durante la noche, que pueden ayudar a zonas especialmente secas como las manos, los pies, los codos, las rodillas y los labios. Cúbrete con guantes y calcetines de algodón para mantener la humedad durante toda la noche.

Cambia de limpiador. Es una buena idea cambiar tu limpiador corporal actual por uno más hidratante en invierno, sobre todo si tu elección habitual contiene ingredientes resecantes como el ácido glicólico o salicílico. Tonifica e hidrata a los 30 segundos de terminar la limpieza para evitar una mayor deshidratación.

Ten más cuidado. La piel en invierno es más frágil, así que, si tienes una enfermedad de la piel como el eczema o la psoriasis, asegúrate de evitar cualquier irritante o alérgeno que sepas que agudiza tu enfermedad.

Con un poco de cariño extra puedes tener una piel suave y radiante durante todo el invierno.

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